sábado, 24 de octubre de 2009

Claves del kamasutra

El Kamasutra es una herramienta fantástica para las parejas a la hora de hacer el amor y lo es porque aporta mucha diversidad a la experiencia intima, también está diseñado para integrar lo espiritual con lo sexual, de manera que los dos compañeros exploran los distintos niveles de sexo estatico.

El objetivo de estas antiguas enseñanzas no era el orgasmo sino la intimidad, las parejas modernas, saben que es aquí donde recibe lo gratificante del sexo. La intimidad hace referencia al componente emocional de una relación, es el componente que hace que las personas se sientan unidas y más próximas, como en la misma onda, también existe un punto de vista más contemporáneo respecto a la intimidad, que habla sobre reconocimiento de aspectos personales de uno mismo en presencia de la otra persona y esto hace referencia a ser vulnerable y explorar partes de uno mismo que no se conocían antes. Lo único que se necesita para desarrollar la intimidad es tener confianza en uno mismo y permitirse ser vulnerable, irse a nuevas experiencias e irse a lo que el cuerpo está experimentando.

Si los occidentales se concentraran más en la intimidad se darían cuenta que se sentirían mucho más cómodos y seguros en sus relaciones y se convertiría en una experiencia mucho más prolongada, al fin y al cabo el orgasmo suele durar mucho menos de un minuto para la mayoría, es una experiencia fugaz. Si el objetivo es el orgasmo ya se ha llegado al final del viaje ya se está pensando en el final, sin llegar a él, la idea de la intimidad es mucho más compleja, consiste en sentir a la otra persona, el acto y el viaje hasta llegar ahí, tiene mucho más significado que una simple respuesta física concreta, es una respuesta hacia otro ser humano, una respuesta hacia la relación, al contrario que la simple reacción fisiológica.

Las personas necesitan tocar gran parte de su cuerpo, no solo los genitales, algunas personas tienden a primero voy a besar, luego le tocare el pecho, después los genitales, es un gran error, el cuerpo y la mente esperan mucho más que eso, nos gusta que nos toquen la cabeza, la cara, las orejas, los brazos y la espalda, todas las partes del cuerpo. Y si alguien quiere ser un experto en el arte de hacer el amor, no se debe empezar por nos genitales o por las zonas erógenas que todos conocemos. Se empieza por todo el ser humano y cuando estás en contacto con esa totalidad, el acto sexual se convierte en una experiencia mucho más grandiosa. A menudo lo único que se necesita para reavivar la llama apagada es recuperar los besos y las caricias que aportaban el romanticismo en un principio

El cerebro es la zona erógena más importante lo que pensamos y como percibimos las cosas, hacen que todo el cuerpo se convierta en una zona erógena en sí, nuestro cuerpo está lleno de zonas erógenas.

Fuente: documental kamasutra

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