sábado, 10 de octubre de 2009

Hay que aprender a comunicarse

Además de aprender a tocarse el uno al otro, la pareja necesita aprender también a comunicarse. No se trata solo de lo que se dice, sino de cómo se dice, en cierto modo, somos una especie de niños. Reaccionamos a los sonidos más que a las palabras, y esto es particularmente cierto, cuando se trata de hacer el amor.

Freud nos enseño que la conducta sexual está profundamente enraizada en la infancia, cuando fuimos condicionados por las suaves caricias y a la dulce voz de nuestra madre. La industria del espectáculo siempre ha conocido la importancia de una voz sexual. La voz humana constituye un instrumento misterioso y maravilloso. La nuestra debe serlo también, cuando se hace el amor, el silencio puede poner nerviosa a nuestra pareja, lo puede interpretar como una falta de interés o de satisfacción, no se sugiere que se mantenga un dialogo filosófico, sino que demos simplemente señales de aprobación o de satisfacción. He aquí unos cuantos puntos importantes:

1. El completo silencio puede interpretarse como insatisfacción.
2. Hay que evitar emplear palabras o sonidos violentos o de tipo negativo. Una sesión amorosa coronada por el éxito requiere una atmosfera armoniosa y comprensiva.
3. No se deben efectuar críticas, estas resultan devastadoras al copular, por muy viril que sea el hombre, perderá la confianza en sí mismo si se le ataca en el momento más vulnerable, cuando está haciendo el amor.
4. Los elogios pronunciados con voz dulce obraran auténticos milagros


Fuente: El Tao del Amor y del Sexo - Jolan Chang

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martes, 6 de octubre de 2009

Higiene sexual

El impulso sexual es sano y natural, el deseo de tener encuentros sexuales y de sentir el placer y bienestar que producen. Que tengas deseos sexuales no quiere decir que por eso tengas que exponerte a otras cosas que no quieres, como una relación no deseada, por obligación, culpa o lastima. Un embarazo o un hijo accidental o el riesgo de contraer enfermedades, como bien sabes pueden matarte (Sida).

¿Como cultivo la higiene sexual? Son todas aquellas precauciones y aclaraciones que aseguran la satisfacción de tus sanos deseos y eliminan el riesgo de un embarazo, enfermedad o relación no deseada. Higiene sexual es tener sexo sano y voluntario con personas que libremente están buscando y desean experimentar lo mismo que tu.
Su cultivo y cuidado es un sencillo proceso en dos pasos:

1- Conoce bien tus verdaderos deseos e intereses en relación a:
A. Preferencias, gustos y deseos sexuales, se bien honesto no te dejes influenciar, confundir ni convencer por nadie acerca de que está bien hacer y disfrutar. Nadie es dueño de la verdad absoluta como para poder juzgar tus preferencias, ni para decirte cuáles son tus deseos correctos

B. Exigencias para el cuidado de tu salud, no tengas vergüenza de hablar del tema, si lo haces antes de ir a la cama, lo peor que puede pasar es descubrir que la persona, por más que te guste es peligrosa. Cualquier persona sana siente alivio cuando puede saber cómo está la salud del otro, y ponerse de acuerdo acerca de las precauciones a tomar. Si alguien te evade cuando le preguntas acerca de su salud sexual, tómalo como una clara señal para salir corriendo, si alguien se molesta cuando tratas de aclarar todo y de cuidarte ten certeza de que no le importara si te arrastra a la hora de enfermarse o morir

C. Interés en embarazo y relaciones, aunque no te maten con el sida, un embarazo o una relación no deseada si pueden matar o destrozar todos tus planes y tu calidad de vida. Algunos te dirán que les interesa una relación, mientras que lo único que buscan es sexo. Otros se acostaran contigo con la esperanza de que a partir del sexo o de un embarazo “accidental” aceptes mantener una relación por culpa o por lastima. Tener sexo antes de asegurarte que hay coincidencias en cuestiones de salud, embarazo y relaciones puede ser algo de lo que te arrepientas toda la vida, si es que no te cuesta la vida.

2. Cuando sepas bien lo que quieres, asegúrate de aclarar todo con los posibles candidatos antes de hacer nada, es cierto que si insistes en aclarar todos los puntos, puedes perder algunas oportunidades de sexo. Pero también es cierto que si no lo haces te expones a graves e irreversibles consecuencia, aunque el sexo es maravillo también lo son la salud y la libertad. ¿Porqué conformarte con poco si lo puedes tener todo?

Dos simples pasos: Aclara bien contigo lo que realmente quieres hacer y lo que no y Asegúrate que todos los que participan quieren lo mismo que tu antes de tener sexo.

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La verdadera dicha de Amar

La verdadera dicha de amar es un éxtasis de dos cuerpos y almas unidos y entrelazados poéticamente. Una vez que el hombre ha encontrado su compañera ideal. Intentara hacerle el amor de un modo extático y poético.

Los discípulos del Tao del amor tienen la impresión de que no hay que separar amor y sexo. El amor sin el sexo es algo frustrante y enfermizo, carente de la armonía esencial del Yin del Yang que brinda paz y serenidad a la vida. Por otra parte, el sexo sin el amor es simplemente una función biológica que no nos lleva hacia esa mutua tranquilidad que todos necesitamos. Aquí la palabra “amor” se empleara con tanta frecuencia o más frecuentemente aun como “sexo”, en un intento de corregir el preponderante punto de vista unilateral de sexo y orgasmo.

El puro sexo y el orgasmo pueden ser dichas pero, desde nuestro punto de vista, no constituyen unas dichas extáticas en que se entremezclen el verdadero amor y el sexo. Por ejemplo, existen mujeres que pueden lograr orgasmos con solo cruzar las piernas y apretar (y pueden hacerlo docenas de veces al día). Pero al hacerlo, ¿consiguen un profundo placer? Una vez una mujer ha tenido una experiencia amorosa satisfactoria, en raras ocasiones prefiere la masturbación. La masturbación es puro sexo, sin el calor, el sentimiento, la comunicación o la armonía del Ying y del Yang. De igual modo, cuando un hombre le hace el amor a una mujer no se comporta igualmente que cundo se masturba. Nada frustra o disgusta más a una mujer que comprobar que su compañero amoroso solo se preocupa de su propia eyaculación. El amor debe ser una autentica comunión de los sexos. En vez de comunicar ternura y dicha, para muchos hombres el sexo es simplemente un movimiento mecánico no muy diferente de la masturbación, con si no existiese la mujer. El resultado tal vez no disguste a los interesados. Algunos hombres pueden creer que están satisfechos, la realidad es que nunca han conocido lo que es un autentico amor dichoso, ni se han dado cuenta de que no han conseguido la armonía del Yin-Yang.

Entonces ¿qué es un amor verdadero y dichoso? Podríamos describirlo con la alegría de estar sentados en un valle montañoso y florido en el mes de mayo, o nadar debajo de la majestuosa cascada de Lu Shan y frente al tintineante lago de Pu Yang, u oír el parloteo de los azulejos americanos ante la magnificencia del Gran Cañón en una dorada puesta del sol después de la lluvia. Lo que intentamos decir a los jóvenes amantes es que deberán cultivar y desarrollar la capacidad de hacer el amor de una forma poética y extática, una vez hayan experimentado esta autentica dicha de amar, ya no desearan algo menor y abandonaran para siempre todos sus pensamientos mezquinos y repugnantes

Pero ¿cómo debe comenzar un principiante? A través del ejercicio, abriendo y aguzando todos sus sentidos y facultades: Tocando, gustando, viendo, oyendo, hablando y sintiendo, e intentando emplearlos tan completamente como sea posible para dar y recibir dicha de sus compañera. Han de saber que las mujeres, no menos que los hombres, gustan de ser sinceramente elogiadas y apreciadas sobre todo mientras hacen el amor. De este modo, no solo aprenderá a amar de una forma extática, sino también a alejar de su mente la preocupación por la eyaculación.

Algunos sexólogos sugieren adoptar una exagerada despreocupación mientras hacen el amor para retrasar la eyaculación, aconsejan a los hombres que piensen en cosas políticas o en los negocios mientras copulan, e incluso que lo suspendan por completo para fumarse un cigarrillo. Esto puede constituir un medio efectivo de retrasar la eyaculación, pero no una forma de conseguir el éxtasis o incluso la armonía con su compañera, que, con toda seguridad, notara su ausencia o apartamiento con toda la razón del mundo. Existen muchas cosas placenteras y dichosas en las que un hombre puede pensar: en la textura de su pelo, en la suavidad de su piel, en las curvas misteriosas de su cuerpo, en su fragancia, en sus húmedos labios y lengua y en los aun más húmedos labios de su yumen.

Sin embargo, más pronto o más tarde, un joven saludable llegara al punto crucial en que deba eyacular. De acuerdo con el Tao, ¿Cuándo deberá hacerlo? Para un joven entre los dieciséis y los dieciochos años, que se encuentra en el periodo más fértil de sus vida, se supone que es muy difícil de dominar su eyaculación. Pero esto, parcialmente, no deja de constituir un mito. Existe algunas medidas que adoptara cuando sienta que la eyaculación es ya inminente.

Fuente: El Tao del Amor y del Sexo – Jolan Chang

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