lunes, 2 de noviembre de 2009

Consejos para los besos eróticos

En primer lugar, hay que relajar los músculos orales y fáciles. El relajamiento de la boca y de la lengua permite dar besos eróticos, porque solo en este caso se podrá establecer un exquisito y agradable contacto entre los labios y la lengua de la pareja. Una boca tensa y rígida no solo pierde una gran parte de su sensibilidad, sino que tiende también a luchar contra la del compañero, en vez de acomodarse a él íntimamente. Cuando ocurre esto, un beso pierde gran parte de su sensualidad, debido a lo pobre del contacto y al espacio vacío que crea. Convienen recordar que cuando menor espacio haya en la boca cuando se besa profundamente, mas delicioso será el placer experimentado.

En segundo lugar, hay que recordar que los besos eróticos alcanzan a casi todos los sentidos: tacto, olfato, gusto e incluso oído. Por esta razón, hay que prestar la adecuada atención a la higiene física y a la salud. El mal aliento, por ejemplo, puede llegar a ser casi ofensivo y por lo general, refleja trastornos o afecciones en la boca, senos óseos paranasales o sistema digestivo. Hay que tratarlo de una forma adecuada, en vez de disimularlo con enjuagues bucales o desodorante. Se debe prestar atención especial, antes de hacer el amor, a una perfecta higiene personal. Los olores acres procedentes de alimentos con muchas especias pueden ser ofensivos, sobre todo cuando vuestra pareja no ha comido lo mismo. De manera similar, quienes no sean bebedores o fumadores encontraran igualmente repelente el olor del licor o del tabaco.

Todo esto es muy importante, puesto que, durante los besos profundos, los miembros de la pareja deben succionar lo máximo posible de los labios y lengua del otro. También podrán probarse mutuamente con este procedimiento. Si el intercambio de fluidos les repele, tal vez el coito no resulte una experiencia tan agradable como suponen, por lo cual deberán buscar compañeros más agradables, puesto que sin un intercambio de los fluidos mutuos, no es posible encontrar plena satisfacción en los besos eróticos. Y sin esto, además, faltara una parte muy importante del amor.

No nos hemos detenido mucho en los dientes, aunque estos desempeñan también un papel en los besos eróticos. De vez en cuando hay que mordisquear los labios o la lengua del compañero. Aunque siempre con mucha suavidad, para no lastimarlo. Solo los verdaderos masoquistas encuentran placer en el dolor. El mordisqueo es mucho más efectivo en las orejas, el cuello, o los hombros. Muchos hombres y mujeres lo encuentran excitante en grado sumo, especialmente durante coito.

Fuente: el tao del amor del sexo - Jolan Chang

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